La UCM, Han demostrado con anterioridad que la administración de cannabinoides es capaz de detener el avance de las células tumorales en algunos tipos de cáncer como el cerebral o el de mama, actuando además selectivamente sobre las células malignas, sin dañar a las sanas, sobresaliendo ante la Quimioterapia, ya que este tratamiento destruye todo a su paso, células malignas y sanas, provocando un degeneración del organismo.
El Cáncer es la segunda causa de muerte en Chile, correspondiendo al 21% de las muertes en el país donde los más afectados son los adultos y solo el 1% son niños. Una enfermedad que hasta ahora no tiene una cura, por lo que la prevención es la estrategia hasta el momento, y a largo plazo más efectiva para el control de esta enfermedad. Actualmente hay tratamientos, pero poco efectivos si el cáncer está avanzando y muy invasivos para el organismo, como las Quimioterapias.
La marihuana contra el cáncer
La marihuana actualmente es más conocida por sus efectos paliativos, ayudando principalmente para el dolor en los casos del cáncer, aumentando el apetito, entre otros efectos secundarios de las Quimioterapias. Sin embargo, la marihuana podría curar el cáncer también. Según un grupo de investigadores de la Univerisdad Complutense de Madrid (UCM) ha descrito el elemento que explica cómo los cannabinoides no permite la proliferación de ciertas células malignas en el cáncer de mama. El hallazgo supone un paso más hacia el uso de estas sustancias como posible terapia antitumoral.
Este grupo es uno de los mayores especialistas en la materia a nivel mundial. Han demostrado con anterioridad que la administración de cannabinoides es capaz de detener el avance de las células tumorales en algunos tipos de cáncer como el cerebral o el de mama, actuando además selectivamente sobre las células malignas, sin dañar a las sanas, sobresaliendo ante la Quimioterapia, ya que este tratamiento destruye todo a su paso, células malignas y sanas, provocando un degeneración del organismo. Ahora, además, ha encontrado el mecanismo que pone en marcha este proceso, un descubrimiento que supone un avance importante en este campo y que puede permitir en un futuro abordar más fácilmente cuestiones como qué pacientes son más susceptibles de responder al tratamiento, qué cannabinoides son los más eficaces o qué otras terapias, que actúen sobre resortes diferentes, pueden combinarse con ésta para conseguir una mayor eficacia.
Según ha demostrado este trabajo, la proteína JunD es la responsable de la sucesión de respuestas biológicas que culminan en la inhibición de las células tumorales. Se trata de una molécula que actúa como factor de transcripción, es decir, sirve como ‘interruptor’ biológico que regula la expresión de otros genes y que, en este caso, se activa ante la administración de cannabinoides. La proteína JunD es uno de los factores de transcripción menos conocidos y, paradójicamente, pertenece a una familia, la AP-1, que se suele relacionar con los procesos de proliferación celular malignos. Sin embargo, parece que esta proteína en concreto cumple con su función actuando justo en sentido contrario.