Es lo que gritaban ésta semana en la Plaza de Linares las personas que se acercaron de forma espontánea para recibir al Presidente Gabriel Boric fuera de la Delegación Presidencial, ex Gobernación.
Columna de Opinión por: Carla Alegría, Cientista Político Y Andrés Martinoli, Asesor Comunicación Estratégica.
Ahora, siendo objetivos, bajo un análisis político nacional, la región del Maule se le reconoce como una zona en donde existe un mayor número de personas que se identifican con las ideologías de derecha y extrema derecha más que de centro o izquierda, reconociéndole como una zona mayormente facha. Linares, por su parte, se ciñe también a este escenario.
Lo curioso, si lo llevamos a una reflexión filosófica, es que Linares, junto con la región, es una zona campesina, que vive grandes dificultades acerca del desempleo, la calidad del aire, y un número importante de casos de corrupción y violaciones que aún se mantienen impunes. Pero parece sentirse más representada por líderes políticos que al momento de hacer leyes no avanzan por las demandas locales, sino bajo intereses económicos propios o de empresas extranjeras.
Cabe preguntarse, entonces, ¿qué pasa que una mayoría de maulinos se identifican con una ideología que no busca su bienestar, sino que se sostiene en el poder para enriquecer a unos pocos y no buscando mejorar la calidad de vida de la comunidad que le entrega la responsabilidad de representarles?.
En vistas de este análisis, es preciso señalar que las etiquetas, como facho o zurdo, solo polarizan a Chile. Por lo tanto, deberíamos esperar que estas etiquetas no nos determinen ni nos encasillen en diálogos de acalorada discusión. Pero sí que nos inviten a reflexionar sobre dónde se sostienen nuestros valores y principios, y quienes realmente nos representan para estar en espacios de poder.
Debieran ser valores de justicia social, familia, seguridad, educación, igualdad y libertad, los que se encuentren en el centro de nuestros principios.
Nuestra zona campesina necesita sostener alianzas que nos permitan salir adelante o seguiremos guiados por aquellos que deciden proteger las AFP, o creen en que el Estado debe reducirse y que la educación privada es el camino.
Chile, debe ser un país donde todas y todos nos sintamos parte, sin importar quienes somos y de dónde venimos. Solo así, podremos desarrollar una sociedad cohesionada y realmente libre. Porque cuando avanzamos, por ejemplo, en salud pública, 40 horas para tener más tiempo en familia o aumentando el sueldo mínimo, en pensiones dignas, todas y todos vivimos esos cambios.
Así que, cuando en Linares se cante “Boric, amigo, Linares está contigo” y no “Boric, muchacho, Linares no es TAN facho”, podremos decir que el desarrollo de nuestra zona maulina será reconocida por valorar a nuestra gente campesina y no una ideología política que no da respuesta a las demandas de la comunidad. Esta, será la señal de que estamos valorando más nuestros principios colectivos que los compromisos en la cocina.
PD: Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representa necesariamente el pensamiento de LinaresEnLínea.