Este domingo el Mandatario se junto con encargados agrícolas de Linares y precisó que la clausura de la planta «no es una decisión del Gobierno».
El presidente sostuvo la noche de ayer un encuentro con representantes de agricultores de remolacha y de trabajadores de la planta de Iansa de Linares y comprometió la ayuda del Ejecutivo para abordar posibles soluciones a la situación que enfrentan por el cierre de la planta de la compañía.
«Como Gobierno les quiero decir a todos los que están afectados: no van a estar solos, van a tener un Gobierno amigo que comprende, solidariza con su problema y que va a colaborar para que juntos enfrentemos estos malos tiempos, podamos ponernos de pie y volver a mirar el presente y el futuro con fe y esperanza”, dijo el Mandatario tras un encuentro en Talca con los dirigentes rurales.
El Mandatario lamentó el cierre de la empresa y anunció que el Gobierno realizará programas de reconversión y capacitación laboral, con la finalidad para fomentar el avance de la agricultura en la zona del Maule.
“Estamos haciendo lo posible por ayudar a todos los trabajadores, los agricultores, los trabajadores de Iansa, los que dependían de esta planta, a poder superar esta difícil situación”, destacó el Mandatario.
Por su parte los dirigentes remolacheros se mostraron conformes con la política que está asumiendo el Gobierno.
«El problema no es fácil, hoy en día necesitamos respuestas en el corto, mediano y largo plazo. Creemos que la política que el Gobierno está asumiendo está apuntando precisamente hacia allá, buscando soluciones rápidas», explicó Ciro Tapia, presidente de sindicatos de trabajadores de Iansa Linares.
