SENAPRED mantiene a la región en Alerta Roja, la mayoría de las viviendas y personas afectadas se ubican en la ribera de los ríos, por este motivo el organismo ordenó evacuar sectores de Linares, Parral, Licantén, Curepto, San Clemente, Longaví, Hualañé, Sagrada Familia, Rauco, Maule, Yerbas Buenas y Teno. A esto se suman caminos y puentes cortados. Una de las comunas más afectadas del país es Linares, por la crecida del río Ancoa.
Las regiones del Maule, Ñuble y Biobío se encuentran bajo Alerta Roja por amenaza de desbordes, y diversos avisos de evacuación.
Efectivamente, en el caso de la Región del Maule, este domingo surgieron durante el día diversas solicitudes de evacuar sectores en las comunas de Maule, Linares, Parral, Licantén, Curepto, San Clemente, Longaví, Hualañé, Sagrada Familia, Rauco, Yerbas Buenas, Teno (Maule).
Las alertas se debieron mayormente a las crecidas de los ríos Teno, Mataquito, Maule y Achibueno, así como del embalse Ancoa, que ya alcanzó su máxima capacidad.
«Las zonas más afectadas son las cercanas a riberas de ríos en Linares, Longaví, Parral, Curicó, Curepto, Maule, San Clemente, Sagrada Familia y Yerbas Buenas», precisó el director del SENAPRED, Álvaro Hormazábal, en el último balance de esa repartición.
«La gran mayoría de las personas ha acatado de muy buena forma la evacuación», pues hasta el momento 16.580 se han plegado a esta medida preventiva, aunque hay casos aislados en que los afectados se niegan a abandonar sus viviendas.
Además, se contabilizan 571 personas damnificadas a nivel nacional, 563 en O’Higgins y ocho en el Maule, pero es un número que debe ser actualizadp.
En este sentido, el delegado presidencial del Maule, Humberto Aqueveque, indicó que «lo primero es enfrentar la etapa de crisis en que estamos hoy, que es la etapa de la primera respuesta, que se da sobre el comportamiento de cuidar a las personas y generar un resguardo de la vida de las familias de la región».
«Por consiguiente, el llamado a la ciudadanía es a respetar las instrucciones que se dan por parte de la autoridad, a mantenerse informada sobre todo desde los canales locales, para poder establecer los criterios de información sobre posibles evacuaciones y factores de riesgo en cada territorio», afirmó.
Por otra parte, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, visitó el CESFAM de Vichuquén, afectado por inundaciones, y reiteró que la situación se debió a un aluvión desde un cerro colindante y no a una falla estructural.
«Quise ver la situación en terreno y apoyar a las autoridades y funcionarios que trabajan acá, porque estamos preocupados por ellos y porque se recupere la capacidad asistencial prontamente», afirmó Aguilera.
«La atención de urgencia se hará en unos containers, y estamos definiendo cómo se mantendrá la atención mientras se hace la limpieza del CESFAM, que hay que recuperarlo, limpiarlo y secarlo. Estamos viendo que se habilite el sector antiguo (del recinto) para la atención», cerró la secretaria de Estado.
