“Las cifras proporcionadas por el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo muestran un alza real anual del 14%, lo que representa un repunte después de seis períodos de baja. Esto puede interpretarse como una señal positiva si se tradujera directamente en un sentir a nivel individual sobre el costo de la vida como una situación controlada, no obstante, sigue siendo todo un desafío llegar a fin de mes para la mayoría de los chilenos”.
Columna de opinión: Por Carla Alegría, Cientísta Político y Mariano Sánchez, constructor civil UC, MBA UChile-UBC. Docente UC.
Hablando desde las expectativas nacionales e internacionales, es claro que el desempeño económico de Chileha estado en vilo en los últimos meses. Sin embargo, las cifras económicas proporcionan información que puede ser interpretada de diversas maneras. Por un lado, el crecimiento del PIB del Maule en 2023 fue del 0.88%, una cifra modesta pero indicativa de que no hubo una contracción, lo que sugiere una leve actividad económica en la región.
Por otro lado, es importante analizar la calidad del crecimiento económico más allá de las cifras del PIB. Siendo esencial evaluar aspectos como la distribución del ingreso, el transporte público, la creación de empleo de calidad y el impacto ambiental. En este sentido, es crucial que el crecimiento económico esté respaldado por políticas públicas que fomenten la inclusión social y la sostenibilidad ambiental, asegurando que los beneficios lleguen a toda la población y protegiendo los recursos naturales y culturales para las generaciones futuras.
Las cifras proporcionadas por el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo muestran un alza real anual del 14%, lo que representa un repunte después de seis períodos de baja. Esto puede interpretarse como una señal positiva si se tradujera directamente en un sentir a nivel individual sobre el costo de la vida como una situación controlada, no obstante, sigue siendo todo un desafío llegar a fin de mes para la mayoría de los chilenos.
La economía es una ciencia social, por lo tanto favorece múltiples interpretaciones. Si bien es cierto, en los últimos meses se han materializado avances significativos en el ordenamiento solicitado por la ciudadanía como lo son el plan en marcha de las 40 horas, la Ley Karin a iniciar en agosto, el Copago Cero en educación y la desmunicipalización; aún la clase política está al debe con gestionar la reforma a las pensiones, y favorecer la inversión pública en las regiones con el transporte y la cultura. Situación que ha sido abordada en ENADE el día jueves, donde la presidente de ICARE, Karen Thal, nos llamó a dejar el inmovilismo y a no esconder nuestras diferencias, sino que ponerlas sobre la mesa.
En esta línea, si el espíritu es elegir Linares para invertir, es claro que el impulso proporcionado por entidades como SERCOTEC, a través de los fondos y programas de apoyo, son fundamentales para fortalecer el ecosistema productivo, empresarial y emprendedor de nuestra región.
Otro de los impulsos es la implementación en mayo de este año del tren entre Curicó y Linares, junto con la llegada del tren rápido a la región y los trabajos de remodelación en la estación de nuestra ciudad, prometen un intercambio positivo de ideas, bienes y servicios, lo que impulsará la economía local. Los emprendedores y la pequeña industria de la zona están expectantes al impulso que podría desarrollarse al respecto y en gran suma con un turismo nacional e internacional activo en más de 5 meses, que ha sido la tónica en los últimos años.
Lo que resulta complejo en este análisis, es que con todas las proyecciones favorablesaquí descritas aún existan proyectos donde el cortoplacismo prima y genera impactos negativos que solo profundizan las brechas e inequidades dentro de nuestro territorio. Lo que, interpretando a Ricardo Mewes, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, traerán un deterioro a la calidad de vida de chilenos y chilenas, en ámbitos materiales, emocionales y de estado de ánimo.
Si bien en esa línea se ha trabajado en mejoras al sistema de permisos, particularmente en permisos ambientales y sectoriales, es importante generar reformas al sistema que den certeza a la inversión sin descuidar los equilibrios de un desarrollo integral con acceso a la cultura y la naturaleza; aspectos relevantes en nuestro Maule Sur, denominada la puerta de entrada a la Patagonia, planteando un desafío de mejor gestión desde el ordenamiento territorial que ofrecen los municipios y el gobierno regional, de manera de no vernos perjudicados por proyectos de impacto negativo como rellenos sanitarioso el ya presente problema del humo que pueden provocar un impacto perjudicial para este anhelado desarrollo.
Dicho lo anterior, es importante fortalecer el capital humano de nuestras ciudades y territorios, favoreciendo la inversión en el Maule Sur. Pero, a estar atentos, porque este futuro debe ser favorable para todos, dejando fuera las inversiones que perjudican en algún modo el entorno de las vecinas y vecinas de esta zona pues propician un efecto negativo en el largo plazo, haciendo real la maldición de ese ya olvidado cura, dejando un Linares que no logra crecer, independiente de cómo se presenten los índices económicos.
