La tarde de este lunes se realizó una reunión virtual en la que los representantes de distintos organismos y vecinos dieron a conocer más de 500 observaciones al SEA y a la empresa a cargo de la ejecución del proyecto, y además de manifestar su molestia porque el encuentro se hizo vía internet, pese a que muchos vecinos no cuentan con el servicio, indicaron que no se les dio respuesta a las indicaciones planteadas, por lo que catalogaron el encuentro como una pérdida de tiempo.
La tarde de este lunes se realizó una reunión de participación ciudadana virtual entre vecinos e integrantes de movimientos ambientales de Colbún con representantes de la empresa a cargo de proyecto fotovoltaico que pretende instalarse en Panimávida, esto con la idea de plantear las observaciones y reparos a la iniciativa. Además, participaron integrantes del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).
Según explicó, Pablo Henríquez, presidente de la Cámara de Turismo de Colbún, se trata de una comuna y de un sector turístico con un potencial único para la soberanía alimentaria y la agricultura familiar campesina, por lo que el proyecto traería mucho perjuicio en todos estos aspectos.
Además de ello, Henríquez dijo sentirse muy molesto por la forma en que se desarrolló la reunión, puesto que no todos los vecinos cuentan con internet en la zona, o con acceso a computadores.
“La verdad es que estamos muy frustrados, tenemos mucha rabia porque SEA avaló que la reunión fuera virtual con una complejidad técnica enorme en una zona rural donde el internet es malísimo. Esperábamos esto, pero estuvimos ante un lavado de imagen por parte de la empresa. No respondió ninguna de las más de 500 de observaciones que realizamos y todos los estudios que entregó son parciales”, afirmó.
“Ahora tenemos 10 días para realizar nuevas observaciones y ya estamos congregando a toda la comunidad porque toda la comunidad: organizaciones de turismo, comercio y de ambiente cultural decimos “no” a este proyecto, no queremos la concentración de la industria fotovoltaica en nuestro territorio, afecta el turismo, afecta la agricultura, afecta la identidad rural”, agregó.
Por su parte, Paula Muñoz, integrante del movimiento “No más zona de sacrificio para Colbún”, manifestó su profundo malestar por la nula respuesta de la empresa a las observaciones hechas por la comunidad.
“Es una pérdida de tiempo para nosotros, el sistema que eligieron para esta participación ciudadana, que no tiene nada de participación ciudadana porque no todos tienen internet, no todos tienen computadores. Lo que hemos dicho en todas las ocasiones, en todas las instancias en que hemos estado, es que contamos con el apoyo en pleno del concejo municipal, el alcalde y los seis concejales están con este movimiento. No queremos industria fotovoltaica, no queremos que comience este proyecto y después nos llenemos”, explicó.
“Han hablado con distintos agricultores dueños de terrenos de uso agrícola en Rabones, en Rari. No queremos volver a ser zona de sacrificio, ya estamos por casi 50 años con las torres de alta tensión, con vecinos que han fallecido por distintos tipos de cáncer, con vecinos que tienen paros cardiorrespiratorios, vecinos jóvenes, entonces no queremos industria acá”, reafirmó Muñoz.