Los hechos afectan a dos funcionarias del recinto educacional quienes detallaron diversas situaciones de acoso y hostigamiento por parte de la encargada del colegio, dentro ellas, la persona a cargo del furgón, quien además es auxiliar de aseo, denunció que fue obligada a sacarse el uniforme en la entrada al colegio, cuando se le solicitó la renuncia. Por otro lado, la manipuladora de alimentos señaló que la misma persona preparó comida para los niños en momentos en que la cocina estaba clausurada por la seremi de Salud debido a reparaciones.
Dos funcionarias del colegio especial Hierbas Buenas de Linares, denunciaron un constante acoso y hostigamiento por parte de la encargada del establecimiento educacional, quien incluso hizo desvestirse a una de ellas, para pedirle el uniforme, en momentos en que le impidió el acceso a las dependencias.
Del hecho dio cuenta, Johanna Olave, una de las afectadas, quien explicó que es funcionaria desde el mes de marzo del presente año y trabaja como asistente del furgón y auxiliar de aseo, por lo que llega cada mañana con los alumnos, “los dejó en cada sala y de ahí me voy a mi gestión de aseo y este último tiempo he recibido muchas amenazas, mucho acoso de la señora Juana Morales, ella no me deja tranquila, que si yo no hago las cosas bien ella me va a despedir. Me humilla de una forma u otra y realmente yo ya no sé qué hacer”.
Según relata la funcionaria, muchos profesores han sido agredidos por esta misma persona, “ellos tienen miedo de hablar por miedo a perder sus trabajos…Aquí hay muy buenos profesores, la directora es una excelente directora, pero aquí es ella la que no debería estar porque es ella la que está haciendo que este colegio no funcione como debería ser”.
Olave explica, que su relación con los niños y con los propios apoderados es muy buena y detalló que en estos momentos se encuentra con licencia médica (9 días), la que se termina el 1 de agosto. “Yo fui a la ACHS porque corresponde que si yo estoy trabajando yo tengo que hacer todos los protocolos, y cuando fui a dejar la licencia me pidieron la carta de renuncia porque yo no fui a urgencias, sino que me dirigí a la ACHS, llegando al colegio no me dejaban entrar a sacar mis cosas, entonces después yo pedí que si podía entrar y me dijeron que no”.
La funcionaria luego ingresó al establecimiento y cuando ya venía saliendo, “la señora Paula Rojas, quien me estaba viendo por cámaras del colegio, me obligó a sacarme el uniforme, dejándome en ropa interior, ahí en el pasillo delante de los tíos del furgón, por lo que tuve que llamar a mi esposo para que me trajera una casaca, y yo suplicándole por favor que no me dejara en ropa interior que yo al otro día le podía ir a dejar el uniforme, a lo que me dijo que no y que me daba unos segundos para salir del colegio o si no ella me iba a sacar con Carabineros”.
La situación fue catalogada por la afectada como de humillante y agregó que lo que espera es que estos hechos no se vuelvan a repetir. “Que nadie más pase por lo que yo pasé. Es penoso porque uno entrega todo al colegio y que el colegio te pague de esta forma yo creo que no corresponde”.
La funcionaria tiene prohibición de ingresar al establecimiento educacional, no solo como trabajadora sino que también como apoderada de uno de los alumnos. El estudiante no ha ido al colegio, puesto que cree que tampoco le van a permitir ingresar. “Yo creo que mi hijo no tiene la culpa de lo que está ocurriendo conmigo”, afirmó.
Asimismo, la manipuladora de alimentos del colegio, Radarani Brunett, quien tiene contrato a través de una empresa externa manifestó que su problema es con la misma persona, quien fue contratada por los dueños del establecimiento y que se encarga de recepción y del furgón. “Ella en reiteradas ocasiones ha vulnerado mis derechos, me ha fotografiado, ha tomado mi placa patente, no sé con qué intensión, mi baño personal lo facilita para los apoderados, para los tíos del furgón, en realidad es como un baño público”.
“Me manda audios a altas horas de la noche, fuera del horarios de trabajo, para cosas que no tienen nada que ver con lo que yo hago aquí, son cosas anexas a la labor que yo realizo. Ella constantemente está acosándome en mi lugar de trabajo, me ha tratado de loca, de desquiciada, en el contexto de yo reclamar para que se realicen reparaciones en el lugar donde trabajo (en la cocina)”, agregó Brunett.
“Yo hice una denuncia en la inspección del trabajo y en la ACHS estoy en tratamiento por la misma situación y esto suma y sigue. Los días jueves y viernes de la semana pasada, me dejó en la calle, estando ella sentada en el escritorio, se negó a abrirme, tuve que llamar a la directora para que saliera a abrirme”, detalló la afectada.
Además, según explicó, la misma persona les dio alimentación a los niños, “preparada por ella, cuando la cocina estaba con prohibición de funcionar por la seremi de Salud, por las reparaciones que había que hacer. Y les trajo alimentación desde su casa, de eso existe un registro que se deja en un acta”.
“Yo hice la denuncia en la inspección del trabajo…las situaciones que aquí ocurren son terribles…Y en realidad yo creo que aquí alguien tiene que hacer algo, no sé si el Ministerio de Educación, no sé si JUNAEB, no sé si la inspección del trabajo, pero en realidad aquí se trabaja con niños este es un colegio especial y son niños extremadamente vulnerables y más encima que asistan al establecimiento y que se sigan vulnerando sus derechos lo encuentro totalmente inaceptable”, cerró la funcionaria.
En tanto, Miguel Ángel Vargas, contralor de la corporación educacional, explicó que “ayer en la noche me hice presente en Linares, porque esa información me llegó, que medios de comunicación se habían presentado en el colegio, y bueno estoy recabando los antecedentes para transmitirlo al departamento de Recursos Humanos a Santiago, a cargo de la señora Karina Lobos y ellos lo transmitirán al Departamento Jurídico con Cristian Vásquez y verán la situación”.
“Seguirán los protocolos que corresponden porque nosotros estamos por velar por la comunidad escolar, tanto por los alumnos como toda la gente que integra nuestra comunidad escolar; trabajadores e incluso empresas externas”, agregó Vargas.
El contralor afirmó que en estos momentos se están revisando las cámaras, pero no hay un análisis final respecto a lo que sucedió y recalcó que están enfocados en brindar tranquilidad a la comunidad escolar.
En relación a la entrega de alimentos provenientes de la casa de la funcionaria aludida, señaló que “ese día, producto de las lluvias, los comedores no estaban en condiciones para hacer la entrega de los alimentos, y en beneficio de los alumnos que ya estaban acá, recurrí a una empresa que en este caso es de una de las funcionarias, que es la señora Juana Morales, que tiene factura como dependiente de comida saludable, que por esta y única vez nos pudiera ayudar en beneficio de los alumnos, para no devolverlos a sus casa. Es algo netamente solidario, lo hacemos por el cariño que le tenemos a nuestros alumnos”, cerró.