Esta es una condición de alta prevalencia entre la población y que puede llegar a tener graves consecuencias en el área maxilofacial si no se trata a tiempo.
Si bien aún se desconoce su origen, existen tratamientos paliativos que permiten convivir con este hábito involuntario.
Se estima que en el mundo 7 de cada 10 personas tienen algún grado de bruxismo, un hábito involuntario que puede causar desgaste y fracturas de las piezas dentales, como así también diferentes tipos de trastornos en la mandíbula. El cirujano maxilofacial de Clínica MEDS, Christian Droguett, explicó que el bruxismo no es una condición que se pueda evitar y que su origen aún sigue siendo desconocido. “Se plantea que habría una anomalía propia en el funcionamiento de nuestro sistema nervioso, por lo que un paciente que bruxa probablemente lo va hacer toda la vida por episodios”, indicó.
El doctor Droguett aseguró que el bruxismo es una anomalía en los movimientos mandibulares, que provoca un exceso de función en las estructuras mandibulares y en toda la estructura maxilofacial, que puede provocar una sobrecarga que puede llegar incluso a lesionar la articulación temporomandibular.
Si bien muchas personas no saben que padecen esta patología, pues la mayoría lo hace mientras duerme, existen síntomas que debieran hacer consultar a un especialista. “Muchos pacientes se quejan de pesadez de la musculatura que es atribuible al exceso de uso, pero lo más relevante es dolor y la limitación funcional por afección de las articulaciones temporomandibulares por esta sobre carga de funcionamiento de la mandíbula”, indicó el especialista de Clínica MEDS.
Por otra parte, el cirujano maxilofacial hizo un llamado a no confundir el bruxismo con las cefaleas tensionales. “No se puede decir que el bruxismo no produzca dolores de cabeza, pero muchos de estos pacientes pueden tener también otra condición que se llama cefalea tensional y que habitualmente debuta al mismo tiempo con el bruxismo y no necesariamente tienen relación desde el punto de vista causal. Y esta cefalea tensional además generalmente duele en los lados del cráneo donde se ubica uno de los músculos más importantes que mueve la mandíbula”, explicó.
Atención con el estrés emocional
Aunque no se conocen las causas del bruxismo, sí se sabe que hay ciertas situaciones que lo pueden agravar como los episodios de estrés emocional. En este sentido, el especialista de Clínica MEDS indicó que, aunque uno de los mitos es que el uso de la mascarilla agravaría esta condición, eso está completamente descartado. “Se ha visto que los problemas emocionales pueden agravar la severidad del bruxismo, por lo que probablemente hay pacientes que están bruxando más, no por el uso de la mascarilla, sino por el estrés que ha generado la pandemia”.
El especialista agregó que “la forma en la que podríamos paliar la severidad o la presencia del bruxismo es tratar de evitar aquellas acciones que se saben que lo agravan como los episodios de estrés emocional, que no se tiene claro que lo provoquen, pero sí que lo agravan. Pasamos por periodos de tensión emocional y si estos se prolongan lo adecuado sería trabajar esta tensión emocional que nos está agravando el bruxismo a través de psicoterapias o ejercicios que nos permitan aliviar este estrés”.
Tratamiento
Además de controlar el estrés emocional, existen dos tratamientos para controlar los efectos del bruxismo. El cirujano maxilofacial explicó que uno de ellos es una férula oclusa, que se le conoce normalmente como plano de relajación. “Es un dispositivo de acrílico duro, similar a la protección que usan los deportistas, que lo que hace es proteger la estructura dentaria y ayuda a disminuir las cargas a las que las estructuras maxilofaciales van a ser sometidas por este exceso de función que es el bruxismo”.
Según el especialista de Clínica MEDS, el otro tratamiento “es un mecanismo muy eficiente y que está reservado para aquellos pacientes que tienen una severidad más importante, que es la infiltración de la toxina botulínica en el espesor de los músculos más importantes que mueven la mandíbula. Esto no va a evitar el bruxismo, pero va a permitir que la potencia del apriete de los músculos sea menor, por lo que las estructuras en general sufren menos”.
El cirujano maxilofacial hizo un llamado a los pacientes que padecen bruxismo a hacerse una evaluación con el fin de estimar si hay o no alguna afección de la articulación o de las estructuras dentarias y desde ahí definir cuál es el tratamiento más adecuado.
El bruxismo tiene tratamiento.