Si bien existen factores genéticos individuales, la obesidad se asocia principalmente con el incremento en la ingesta calórica diaria, el consumo de alimentos ultraprocesados ricos en azúcares y carbohidratos refinados, el consumo de bebidas azucaradas y el sedentarismo.
Según la OMS, el 70% de los chilenos tendrán sobrepeso en 2030. Para el Dr. Rodrigo Muñoz, presidente de la Sociedad de Cirugía Bariátrica y Metabólica y Cirujano Digestivo Clínica Universidad de los Andes, la situación es preocupante: «el lugar que ocupa Chile con respecto al resto de los países de América, si bien puede variar levemente según el ranking usado, tenía un porcentaje de sobrepeso y obesidad del 39,8%, ocupando el segundo lugar después de Ecuador (41,3%) y por delante de México (39,1%)».
Vivir con obesidad, advierte el especialista, tiene graves consecuencias en la salud física y emocional de las personas, impactando fuertemente su calidad de vida. Los pacientes que viven con obesidad, aparte de sufrir una gran cantidad de enfermedades asociadas como hipertensión, diabetes, colesterol elevado o hígado graso, también tienen limitaciones de movilidad, falta de energía, dolores crónicos o depresión, llegando incluso al aislamiento social. Y esta situación es más urgente hoy en algunos grupos específicos: «En nuestro país, las tasas más altas de obesidad ocurren en mujeres, así como también, lamentablemente, durante los últimos años los niños y adolescentes que viven con sobrepeso y obesidad han aumentado de forma sostenida, llegando a afectar al 45% de la población en este rango de edad».
En las Encuestas Nacionales de Salud de los años 2010 y 2017 se visualiza una prevalencia de obesidad mayor en mujeres que en hombres (30,5% vs 19,2% en 2009-2010 y 38,4% vs 30,3% en 2016-2017), la cual además aumenta con la edad y en los grupos de menor nivel socioeconómico de la sociedad.
La obesidad es una enfermedad crónica y compleja debido a que sus causas son multifactoriales. Por esto, el especialista hace un llamado a generar conciencia y apoyo en la población, fomentando el autocuidado, estableciendo metas realistas y, siempre que sea posible, consultando con especialistas adecuadamente entrenados y acreditados para recibir la ayuda y los tratamientos que correspondan a cada caso.
Si bien existen factores genéticos individuales, la obesidad se asocia principalmente con el incremento en la ingesta calórica diaria, el consumo de alimentos ultraprocesados ricos en azúcares y carbohidratos refinados, el consumo de bebidas azucaradas y el sedentarismo.
El Dr. Muñoz plantea que se han implementado medidas positivas en Chile, como la ley de etiquetado de alimentos, recientemente el financiamiento por parte del Estado de la cirugía bariátrica como el bono PAD, o los programas para mejorar hábitos alimenticios. No obstante, advierte que la situación actual requiere redoblar los esfuerzos entre políticas de prevención, mayor educación y un tratamiento oportuno, mejorando el acceso en los sistemas públicos y las coberturas de las aseguradoras privadas.
Para la OMS, la obesidad y el sobrepeso han alcanzado proporciones epidémicas. Las tasas de obesidad casi se han triplicado desde 1975 y han aumentado casi cinco veces en niños y adolescentes, afectando a personas de todas las edades y de todos los grupos sociales en la Región de las Américas y el mundo. De hecho, ya en 2021, la obesidad fue responsable de 2,8 millones de muertes por enfermedades no transmisibles (ENT) en las Américas, según este organismo internacional.